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Iglesia en Zamora 179: Navidad
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Iglesia en Zamora 179: Navidad

22/12/2013

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Iglesia en Zamora 179: Navidad

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Muy queridos amigos:

Nos acercamos ya a la Navidad, esta celebración tan anhelada por los cristianos, para la cual nos estamos preparando con vistas a vivirla aprovechando su verdadero significado, poniendo nuestra atención creyente en lo que aconteció en Belén, punto focal de estas jornadas. Celebrar la Navidad conlleva redescubrir su genuino contenido, tal como se nos describe en los relatos evangélicos: el Nacimiento de un Niño, hijo de María, y a quien su esposo llama: Jesús, como se le había encargado.

Esta sencilla escena es el motivo y el contenido de la Navidad, ya que este Niño recién nacido tiene una identidad singular: es el Hijo unigénito de Dios Padre, que ha querido hacerse hombre para desarrollar una misión: hacer presente el Amor de Dios. Por ello conviene que reconozcamos siempre que el centro irreemplazable de la Navidad es Jesús naciendo para ser la presencia amorosa y accesible de Dios en medio de la vida humana. Esto supone que sólo este Niño es quien ha hecho generar, el que justifica, y desde el cual se debe conformar lo que se celebre en estos días navideños. De modo que esto nos lleva a plantearnos sinceramente si es al recién nacido de Belén a quien resaltamos y el que modela realmente el modo como vivimos estas fiestas.

Con la Navidad tenemos la posibilidad de acercarnos más intensamente a Jesús, ya que con su nacimiento es Él quien ha dado el primer paso para estar junto a nosotros, de ahí que en estos días nos sentimos más llamados a avanzar en el conocimiento de su persona, para irnos apropiando cada vez más de su misma vida. Esto implica que la Navidad requiere ser vivida con autenticidad, ya que nos damos cuenta que podemos dejarnos influir por propuestas que desvirtúan o sustituyen su originalidad. De ahí que los cristianos debamos convencernos y exigirnos celebrarla como unos días marcados por la fe llena de gratitud hacia el que nace por nosotros. Para mantener este espíritu debemos de prescindir cuanto dificulte vivirla como una fiesta expresamente religiosa.

Nos corresponde a los cristianos transmitir y reflejar el significado de la Navidad, ayudando a recuperar su modo de vivirla con autenticidad, para que todos puedan sentirse invitados a recibir a este Niño. Uno de los modos más apreciado para difundir la verdad de la Navidad es el “belén”, esa sencilla representación del nacimiento de Jesús, que nos ayuda a sintonizar con los protagonistas del Portal. Por lo cual colocaremos el “belén” tanto en nuestros hogares así como en los espacios públicos. Además aprovecharemos el montaje del belén para iniciar a los pequeños en su significado, llevándoles a descubrir que el Niño espera ser acogido por cada uno.

Para los cristianos lo más significativo es la vivencia eclesial de la Navidad, por eso la relevancia de las celebraciones de estos días festivos junto a los otros miembros de nuestra comunidad, alabando conjuntamente a Dios por el nacimiento de Cristo. Por ello todos participaremos personalmente en ellas, para dejar que Él llegue a nosotros.

Con todo mi afecto os deseo a todos: ¡Feliz y santa Navidad!

+ Gregorio Martínez Sacristán

Obispo de Zamora

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