Oficina de Patrimonio

28/09/2025

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La custodia de la Colegiata viaja a Londres para unas jornadas de conservación y estudio

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Toro, 29 de septiembre de 2025. La diócesis de Zamora informa de un hecho de extraordinaria relevancia patrimonial e histórica: la custodia del Corpus Christi de Toro, joya de la orfebrería renacentista española, será trasladada al Museo Victoria and Albert de Londres (V&A) para participar en un programa de estudio y conservación. Se trata de cumplir con el compromiso adquirido con el museo inglés, que es titular de la pieza.

La custodia fue encargada en 1538 al platero toresano Juan Gago Díez, y durante siglos presidió las procesiones del Corpus Christi en Toro. Con una altura de unos 30 centímetros, está realizada en plata y presenta las armas episcopales de Zamora y la marca del taller de su autor, signos que resultaron esenciales para su posterior identificación.

En la madrugada del 25 de noviembre de 1890, la custodia fue robada junto con otras piezas de orfebrería de la Colegiata. A partir de entonces comenzó un periplo por Europa: Primero pasó por Francia y Suiza, en manos de coleccionistas privados. En 1928 formó parte de la colección del suizo Alfred Rütschi, quien la exhibió en Zúrich. En 1931 se subastó en Lucerna, donde fue adquirida por el coleccionista inglés Walter Hildburgh que la cedió al Victoria and Albert Museum en calidad de préstamo y, a su muerte en 1956, la donó oficialmente al museo.

Durante décadas la pieza permaneció catalogada en Londres sin que se conociera en Toro su paradero. Fue el historiador toresano José Navarro Talegón el que identificó la custodia del V&A como la pieza robada en Toro, basándose en las marcas platerescas y en descripciones históricas. En 1999, el Ayuntamiento de Toro y el Obispado iniciaron gestiones oficiales con el museo londinense, que culminaron en 2005 con un acuerdo excepcional: la custodia sería devuelta a la Colegiata en calidad de depósito a largo plazo, pero no como restitución definitiva teniendo en cuenta que la legislación británica no lo permitía porque sus normativas limitan notablemente la devolución de bienes de sus colecciones nacionales. Por ello, aunque la custodia fue robada en Toro, a día de hoy e inviable la devolución de su titularidad. La solución acordada en 2005 fue el préstamo prolongado, que permitió su retorno a Toro.

En 2025, el Victoria and Albert Museum ha solicitado que la custodia regrese temporalmente a Londres para participar en unas jornadas de estudio y conservación. La diócesis de Zamora, junto consultadas las autoridades en materia de Patrimonio, ha accedido a esta petición, que se acompaña de una clara garantía de retorno a la Colegiata de Toro en torno al verana de 2026.

En la rueda de prensa celebrada en la Colegiata han intervenido Ana Muñoz, representante del museo londinense, el gerente diocesano José Manuel Chillón, el vicario general y párroco de Toro, así como han estado presentes el delegado episcopal de Cultura, patrimonio y Sociedad y representantes de la Cofradía del Corpus. Todos han destacado que este traslado, lejos de suponer un retroceso, coloca a Toro en el mapa internacional de la investigación patrimonial y cultural. Ana Muñoz ha confirmado que "es voluntad del Museo V&A que esta pieza se exponga en la Colegiata de Toro", y ha confirmado que durante unos meses será contemplada por el público londinense en una de las salas más prestigiosas del Museo, dedicada a la platería eclesiástica. Además, ha apuntado que a la Jornada de Estudio sobre la pieza se invitará a especialistas británicos y españoles para profundzar en la misma. Por su parte, el gerente ecónomo de la diócesis reconoció el valor no solo material, sino también moral y espiritual de esta custodia para el pueblo de Toro, reconociendo que fue "la feliz coincidencia de la academia y la política la que llevó a buen fin la recuperación de la pieza para la Colegiata" al ser José Navarro Talegón, como historiador, y Jesús Sedano, como alcalde, los que permitieron que durante estos últimos 20 años se haya podido contemplar en la sacristía del templo.

La custodia de Toro, que durante siglos presidió la celebración del Corpus Christi, es hoy mucho más que una pieza de orfebrería: constituye un símbolo de fe e identidad para la comunidad toresana y un testimonio de la capacidad de diálogo entre instituciones para recuperar y conservar el patrimonio.

El obispado de Zamora y el Museo V&A han consensuado un texto que se adjunta a esta misma nota.

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