Peregrinación a Lourdes: la alegría de la misión
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Reportajes de Delegación de Pastoral de la Salud y Tercera Edad

21/07/2015

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Peregrinación a Lourdes: la alegría de la misión

Del 6 al 10 de julio ha tenido lugar la peregrinación anual de la Hospitalidad de Nuestra Señora de Lourdes de la Diócesis de Zamora. Reproducimos a continuación la crónica que ha hecho una de las peregrinas, Julia Fernández Garretas.

Zamora, 21/07/15. Un año más emprendemos el camino hasta el lugar donde nos espera la Madre. El día 6 de julio a las 6,30 de la mañana, desde Zamora emprendemos la ruta rumbo a Lourdes; los peregrinos de Benavente se unen a nosotros y juntos, después de saludarnos, empezamos la peregrinación con el rezo de Laudes.

“Pies que andan los caminos sembrando transparencias… Su pisada”

Este año, como siempre, vamos bien acompañados. D. Javier Fresno, D. Fernando Ruiz y D. Benito García animan espiritualmente nuestra marcha. La Eucaristía concelebrada por nuestros sacerdotes y el Sr. Párroco de Villalbilla (Burgos) fue lo que nos puso realmente en el camino hacia Lourdes. Y aquí surge la pregunta: ¿qué motivación, qué es lo que vamos, qué voy buscando a Lourdes?

Entre cantos, rezo del rosario y alguna cabezada llegamos a nuestro destino. Después de la acomodación en el hotel y reponer fuerzas con la cena, cada cual fue a encontrarse con la Madre, primera visita a la gruta, paseo, procesión de las antorchas, etc.

En la mañana del día 7 tuvimos la Eucaristía en la gruta, en el lugar del primer encuentro de Bernardette con la Señora. Presidió la Celebración en Sr. Obispo de Plasencia. Pedimos a María que nos pusiera a los pies de su Hijo y nos ayudara a transmitir a los hermanos la alegría de ser cristianos en la misión que cada uno tenemos que realizar como integrantes de una comunidad misionera.

“Alegría de la misión”

Señor, quiero hacer tu voluntad, ponme en camino.

La visita por el itinerario de Bernardette ocupó el resto de la mañana. ¿Por qué María se fijó en ella? La humildad y la disponibilidad estuvieron al principio de la misión.

A las 16 horas el Señor nos llama a la conversión en la Celebración Penitencial. Se nos invita a entrar en nuestro interior, a reconocer nuestro pecado, a eliminar los obstáculos que nos impiden encontrarnos de verdad con Jesús y con los hermanos. Ir al Padre, ponernos en sus manos y dejarnos abrazar por Él, y ponernos de nuevo en camino.

21 horas. Participación en la Procesión de las Antorchas. Acompañar a María con el rezo de Rosario siempre es un gozo.

El día 8 a las 9.30 horas participamos en la Misa Internacional en la Basílica de Pio X. Todos los cristianos unidos a la Iglesia Universal. Juntos en la transmisión de la fe. Alegres en la Misión.

Después de comer, a las 14,30 horas hicimos una excursión por los Pirineos. Al llegar a Pont D’ Espagne, un grupo continuó el ascenso caminando y el resto se quedó contemplando la naturaleza desde donde nos dejó el autobús. Agua por todas partes que forman inmensas cascadas... una belleza indescriptible.

Con San Francisco de Asís doy gracias a Dios que nos colma de favores. Gracias, Señor, por la belleza de todo los creado, gracias por la sensibilidad con que me regalas, gracias por mis padres, que también me diste y me educaron en la contemplación de lo bueno y de lo bello de las personas y de la Creación.

Día 9 a las 10 horas. Misa en la Cripta. Otra experiencia en la que Jesús nos regala su amor y a la que tenemos que responder. El sacerdote hizo referencia en su homilía al lema de este año: alegría de la misión. A ejemplo de Jesús que convirtió el agua en vino por intercesión de María, tenemos que llevar a nuestras casas, parroquias... la alegría de la gracia que aquí hemos recibido y que tenemos que comunicar.

11 horas. Rezo del Via Crucis. Con la lectura de las estaciones, la meditación y las canciones adecuadas nos hemos sentido unidos a Jesús y en su sufrimiento hemos acompañado a la Madre. ¿Cómo vivimos la cruz de cada día? ¿Cuál es nuestro acompañamiento a los hermanos que sufren? Aquí no me resisto a compartir unos versos que me ayudan a la reflexión:

“Con la cruz a cuestas… Cayó tres veces… En el camino, en las cuestas arriba. Cargó con todos los pesares, les dio lo que pedían, y luego sus despojos, lo que dejaron. A otros dio sus obras, sus actos de amor, esa alegría, la Cruz quedó clavada, Reír ya no podría. Con la Cruz a cuestas y encima cuesta arriba.

17 horas. Procesión del Santísimo. Momento íntimo de cada uno con Jesús. El Señor que se quedó con nosotros quiere encontrase en lo más profundo de cada persona. ¡Gracias, Señor!

Despedida y gratitud

Día 10. A las 8 horas. Hemos llegado al final, y como no podría ser de otra manera hemos terminado con la Eucaristía celebrada en la Cripta. Se nos invita a caminar, a compartir, a llevar la alegría a nuestra misión, que es la misión de la Iglesia. Últimos momentos en Lourdes... cada uno nos despedimos a nuestra manera, sabiendo que la Madre siempre nos espera.

Antes de terminar cabe dar las gracias más efusivas a todos y cada uno de los integrantes de la peregrinación. Gracias a nuestros sacerdotes que han estado pendientes de cualquier detalle, gracias al conductor siempre disponible y amable, gracias a todos por la contribución a la convivencia que ha sido muy buena, gracias sobre todo a María que nos ha guiado hasta su Hijo.

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