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Visita ad limina apostolorum. Dia 4
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28/01/2022

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Visita ad limina apostolorum. Dia 4

DÍA 4 (27/01/2022)

Hoy en la basílica de san Pablo de Extramuros hemos celebrado la Eucaristía, como nos recordó Mons. Juan Antonio Martínez Camino en la homilía, un lugar de gran importancia, hasta allí llevaron a Pablo encadenado y allí fue ejecutado, en ese mismo lugar San Ignacio de Loyola celebraba la Eucaristía en la que profesaban los primeros jesuitas y en el año dos mil siete tenía lugar la vigilia de la beatificación de los cuatrocientos noventa y ocho mártires de la persecución religiosa en España.  Comentando el Evangelio de la Eucaristía, el propio de la misa votiva, la Iglesia es como la barca que la zarandean las olas de fuera y también de dentro, pero sabemos que no estamos solos. Todos estamos llamados a la santidad  y somos “invitados y aun obligados todos los fieles cristianos a buscar insistentemente la santidad y la perfección dentro del propio estado. Estén todos atentos a encauzar rectamente sus afectos, no sea que el uso de las cosas del mundo y un apego a las riquezas contrario al espíritu de pobreza evangélica les impida la prosecución de la caridad perfecta. Acordándose de la advertencia del Apóstol: Los que usan de este mundo no se detengan en eso, porque los atractivos de este mundo pasan” (Lumen Gentium 42).

Comenzaba la mañana en el Dicasterio para los laicos, familia y la vida con el prefecto S. E. el Cardenal Kevin Farrell, y como relator Juan Antoni Aznárez, que presenta la realidad de la Conferencia Episcopal Española, en la que recuerda el congreso de laicos: el laicado protagonista de la vida de la Iglesia y de la Evangelización, que abordó el primer anunció, el acompañamiento y los procesos formativos. Se recordó los centros de acompañamiento de las familias.

En relación a juventud e infancia se presentó la preparación del Encuentro Europeo de Jóvenes, la Peregrinación de la Cruz y del Icono de María  como preparación  al Encuentro Mundial de los Jóvenes en Europa.

El Cardenal Farrell indicó que le interesa el ámbito pastoral y la fe, la pastoral familiar, junto con la preparación al matrimonio; nos dijo que estamos para aprender y conocer. Señaló que hay un déficit de preparación laical en la vida política, también de nacimientos, del sacramento del matrimonio y de la vida como don y su defensa (desde el nacimiento hasta su muerte natural). Hay que plantear el ámbito antropológico, tanto en su dinámica del sujeto, de la familia y de la dinámica social.

Hay que destacar que la familia es el sujeto de evangelización, por eso la Iglesia ha de cuidar la pastoral de la familia en su dignidad y bondad basada en el sacramento del matrimonio; es una vocación y una realidad a seguir profundizando a través de la exhortación “Amoris Laetitia”.

Hoy hay una desinstitucionalización del matrimonio, por eso es necesario una verdadera pastoral de la familia, que cuide de la vida y ayude a la mujer a proteger el don de la vida; así como una formación en bioética y biorreglamentación.

Don Ricardo puso el ejemplo de los jóvenes cofrades como una realidad a tener en cuenta.

Estamos en un cambio de época, y nos preguntamos, ¿cómo será el futuro? Hay un cambio pastoral que nos compete a todos, así, en una gran ciudad disminuyen frecuentemente los matrimonios; respecto a los jóvenes hay que cuidar los procesos y el acompañamiento; hay un gran número de asociaciones y cofradías; importancia de la piedad popular (se debe formar e integrarse en la vida de la Iglesia).

Hay alguna experiencia de relación entre la pastoral familiar y Tribunal; por eso hay que mirar la dimensión pastoral y no olvidar el acompañamiento.

Es difícil el cambio de mentalidad de una iglesia clerical a una iglesia sinodal y participativa de la Diócesis. El Cardenal Farrell  nos recordó que es importante que los pastores nos demos cuenta que el mundo está cambiando; tenemos que analizar la realidad y hacer algo para que la Iglesia tenga un aspecto importante en la realidad. El problema es que no hemos cambiado nuestra manera de trabajar. Tenemos que escuchar para comprender.

Hay que adaptar los programas pastorales a la nueva realidad.

Las cofradías son algo muy importante en la vida de la Iglesia, nacieron y viven en la Iglesia y en ellas ha de estar el Evangelio en medio de su vida.

Los laicos en la Iglesia son Iglesia, no son el sujeto de nuestra pastoral, ellos han de evangelizar. Por eso los laicos necesitan formación y se ha de salir de las sacristías y llevar la Palabra de Dios al mundo.

Hay una necesidad de los Obispos y Sacerdotes para que las asociaciones laicales vivan en comunión  entre ellas, para ello: hay que escucharlas y potenciar la unidad, acompañar a las asociaciones y movimientos y subrayar el servicio de quienes gobiernan.

La subsecretaria de Familia y vida, la doctora Gabriella Gambino, recordó la desmatrimoniatización  de la sociedad, en la que: hay una manera diferente de pensar a los hijos, se presenta la familia de forma diferente, necesitamos un empeño pastoral importante, hay una antropología y una bioética especial y es urgente una nueva antropología personalista, catecumenado del matrimonio, caminos de educación afectivo-sexual, caminos de acompañamiento de las jóvenes parejas, los laicos tienen una vocación intrínseca que nace del bautismo y la vocación de la familia nace del sacramento del matrimonio.

Se recordó también el Encuentro Mundial de las Familias que será en junio de dos mil veintidós y por eso hay que trabajarlo en las diócesis, en Roma los responsables y destacar la web del dicasterio con un kit pastoral.

En relación a los jóvenes, el Padre João Chagas, responsable de la Sección Jóvenes del Consejo Pontificio para los Laicos recordó la Peregrinación a Santiago, la Jornada Mundial de la Juventud en Lisboa y nos recordó que “los jóvenes, la fe y el discernimiento” como el camino de trabajo con ellos.

Formamos todos, laicos y sacerdotes, un camino unidos en el seguimiento de Cristo, un camino discipular y misionero.

 A continuación en el Dicasterio para el Desarrollo Humano Integral  con el prefecto el cardenal S. E. Michael Czerny y actuó como relator Mons. Francisco Cerro. Empezábamos con la pregunta, ¿Por qué tenemos proponer todo lo que todos queremos  y queremos promover?, y ante esta pregunta Jesús nos dice: “Yo he venido para que tengan vida y la tengan en abundancia”. Porque queremos ver a Jesús. Y, ¿cuándo lo hemos visto?, como nos recuerda el evangelio de san Mateo, “cada vez que lo hicisteis con uno de éstos”. No podemos olvidar lo que nos recuerda el Papa Francisco, “la humanidad como hospital de campaña”.

Fueron distintos los temas tratados:

  • Inmigrantes- Ecología. “Quisiera exhortar a todos a una comunicación constructiva que rechazando los prejuicios contra los demás, fomente una cultura del encuentro que ayude a mirar la realidad con auténtica confianza” nos recuerda el Papa Francisco. Se ocupa de los inmigrantes, los prófugos y las víctimas de la trata de seres humanos. “Porque tuve hambre y me disteis de comer; tuve sed y me disteis de beber; era forastero y me acogisteis; estaba desnudo y me vestisteis; enfermo y me visitasteis, en la cárcel y vinisteis a verme” (Mt 25, 35-37)
  • Preparando el futuro construyendo una economía sostenible, inclusiva y regenerativa.

Nos dice el Papa Francisco: “Necesitamos esperanza y valor. La humanidad tiene los medios para afrontar esta transformación que requiere una verdadera conversión, tanto individual como comunitaria; y una voluntad decidida de emprender este camino. Se trata de una transición hacia un modelo de desarrollo más integral e integrador, basado en la solidaridad y la responsabilidad; una transición en la que también hay que tener muy en cuenta los efectos que tendrá en el mundo del trabajo”.

La Conferencia Episcopal Española se ha restructurado mirando distintos departamentos, como “Justicia y Paz”, “Cor Unum”, pastoral de la salud…

La realidad en la iglesia en España es que disminuyen los voluntarios, se necesita una espiritualidad viva y no podemos olvidar la dimensión social de la fe. Esta realidad tiene que ser trasversal en toda nuestra vida.

  • Liturgia y Pastoral. Integración en la vida de la iglesia particular. Los pobres tienen derecho a un centro de referencia de acompañamiento.
  • Pastoral intercultural. Pastoral inmigratoria intercultural (habrá un nuevo documento sobre ello). Parroquias interculturales. Catolicidad de la Iglesia. En el proceso sinodal hay que hacer espacio y escuchar a los inmigrantes y refugiados
  • La Doctrina Social de la Iglesia ha de ser una realidad integral en la vida de nuestra Iglesia, es un compromiso bautismal.

En la tarde la reunión fue con la Congregación para el Culto Divino y la disciplina de los Sacramentos, con el prefecto Mons. Arthur Roche que presentó a los miembros de esta congregación, después de saludar a los Obispos presentes, señaló los aspectos en los que esta congregación ha avanzado en este tiempo desde la última visita ad limina, citando a San Juan Pablo II con  Novo Millenio Ineunte. Fue relator el cardenal Don Ricardo Blázquez que agradeció el trabajo de la congregación y presentó la situación de la vida litúrgica en nuestras provincias eclesiásticas. Hizo referencia  a la recepción de la traducción del nuevo Misal  en las oraciones y prefacios, hay dificultad gramatical y de comprensión.

Se destacó cómo todos los bautizados celebran la liturgia, tanto laicos como presbíteros, “es la acción que Dios mismo cumple a favor de su pueblo, pero también la acción del Pueblo que escucha a Dios que habla y responde alabándole, invocándole, acogiendo la inagotable fuente de vida y de misericordia que fluye de los santos signos” (Papa Francisco).

Se habló de la situación del Rito Hispano- Mozárabe, que tiene un especial carácter mistérico, de acontecimiento y participación.

Se ve una dificultad en la proclamación de la Palabra, de amar más la Palabra,  y la necesidad de orar con nuestro pueblo en la Liturgia de las Horas.

Se ha perdido la música sacra que ha empobrecido la celebración.

El carácter mistérico tiene mucho que ver con la presidencia del Rito.

La congregación está haciendo un esfuerzo de formación que custodie esta dimensión del “arte de celebrar” y de vivir su carácter simbólico y sobrenatural. Por este motivo hay que dar más valor a la música y al canto en la celebración.

La eclesiología está en la base  de toda liturgia: lex orandi-lex credendi, cuando se celebra como no debe ser celebrado lleva a un desprestigio de la reforma litúrgica.

Traditiones Custodes: es proseguir “en la búsqueda constante de la comunión eclesial”. Un sentido en la unidad de la Iglesia.

La liturgia que celebramos habla de la forma. La eclesiología determina la base de nuestra celebración litúrgica: es el Pueblo de Dios en marcha. Participamos y celebramos juntos, laicos y presbíteros, juntos damos Gloria a Dios.

La Iglesia está verdaderamente viva si formando un solo ser viviente con Cristo es portadora de vida, es materna, es misionera, sale al encuentro con el prójimo, está dispuesta a servir sin perseguir poderes mundanos que la hacen estéril. Por eso, celebrando los santos misterios, recuerda a María, la virgen del Magníficat, contemplando en ella “como una purísima imagen da lo que ella misma, toda entera, ansía y espera ser” (Papa Francisco).

El prefecto finalizó dando las gracias por el ministerio episcopal español y por la vida litúrgica en España.

Para finalizar la jornada fue en Secretaría de Estado con S. E. Mons.  Paul Richard Gallagher. El relator, Mons. Luis Argüello, presentó la relación de la Iglesia  con el Estado y las comunidades autónomas. Siempre desde el diálogo y la colaboración cordial con las instituciones.

Mons. Gallagher, que se encarga de las relaciones con los Estados, su cometido son los asuntos que involucran las negociaciones con los gobiernos civiles. Señala la contribución de la Iglesia en la educación; la defensa del derecho de los padres a elegir la educación de sus hijos. Recordó que acuerdo no significa privilegios, sino la contribución de la Iglesia a un país concreto.

Se recordó que nuestra Constitución fue una constitución de reconciliación, de encuentro. Es una de sus grandes cualidades. Es de consenso.

La Iglesia en España no es acusada de partidista, defiende una antropología integral de la persona, en un secularismo que cada vez nos afecta más. La Iglesia es un actor social que sirve y hace una gran labor en el ámbito de la justicia y la paz.

Hay un catolicismo dormido y una cierta de notoriedad social en la cultura de la nación española.

Es también importante  el que seamos actores de “amistad social” y de espacios culturales donde el patrimonio se convierta en instrumento de evangelización.

Nuestras sociedades urbanas han hecho lecturas nuevas de la historia, desde unas claves ideológicas diferentes.  Así pasa con la verdad de la antropología. Esa deconstrucción de la sociedad es  un reto evangelizador.

Hay que superar el miedo y ser: propositivos, cercanos, con un amor especial a la persona de hoy, a los pobres y los heridos de esta sociedad.

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