Cómo funciona
El proceso se articulará en cinco pasos: comunicación; acogida y escucha; diálogo e información; derivación a quien corresponda; y acompañamiento de la persona durante el seguimiento del caso y, si lo necesita, después de finalizar el mismo.
Comunicación
Las víctimas, a través de los teléfonos móviles o correos electrónicos que aparecen en la web, contactarán con las personas que se encargan de la acogida y la escucha.
Acogida y escucha
Sin una adecuada acogida y escucha, provocaremos más sufrimiento a la víctima. Este paso es la piedra angular sobre la que se construye esta respuesta de la Diócesis de Zamora para: reparar el daño sufrido por la víctima; identificar, llevar ante la justicia, y, si es posible, resocializar eclesialmente al agresor; tomar conciencia del sufrimiento de la víctima; y establecer protocolos de prevención en toda la Diócesis para evitar al máximo que sucedan estos hechos execrables.
Diálogo e información
Después de la escucha, los receptores de esa información iniciarán un diálogo sereno con la víctima, de tal forma que se sienta escuchada y acogida, y para que puedan identificar cómo se encuentra la víctima a nivel personal, psicológico, jurídico y espiritual. Le preguntarán qué quiere de la Iglesia e informarán sobre la ayuda que le puede proporcionar la Diócesis.
Derivación a quien corresponda
Las personas que acogen y escuchan a las víctimas, si ven que hay indicios de delito, y respetando siempre el derecho a la presunción de inocencia del presunto agresor, la derivarán a los profesionales de la delegación que corresponda: miembros del Tribunal, abogada, psicólogos o psiquiatra. Cada uno de estos profesionales estudiará la denuncia y explicará con total transparencia los pasos a seguir a la hora de denunciar un caso de abusos sexuales.
Acompañamiento
Si comienza el proceso, un sacerdote y un psicólogo se ocuparán del acompañamiento espiritual y emocional de la víctima. Dicho acompañamiento podrá continuar en todo momento según la necesidad o a petición de la persona agredida.