Reportajes de Delegación para la Vida Consagrada

23/12/2014

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Carmelitas Descalzas

Año de la Vida Consagrada – 5

Carmelitas descalzas

Las Carmelitas Descalzas, fundadas por Santa Teresa de Jesús en 1562, somos reformadas, procedemos de un tronco más antiguo: la Orden del Carmen, nacida en el siglo XII y de ahí la Santa cogió algunos elementos pero además le dotó de una fuerza y originalidad nueva.

Quiso que fuéramos una familia orante y fraterna. Aquí tenemos los dos elementos propios de nuestro carisma. Para poder ser una familia tenemos que ser pocas. Este grupo, centradas en Cristo, estar dedicadas a la oración, estar ahí, en el corazón de la Iglesia y de los hombres, éste es nuestro apostolado. De alguna forma quería que la oración alimentara la vida de fraternidad y la vida de fraternidad la oración. El elemento ascético que también ha caracterizado al Carmelo quería la Santa que fuera sobre todo teologal. Llevar sí una vida austera, sobria, entregada, pero que nos ejercitáramos sobre todo en las virtudes, de modo que la oración transformara nuestra vida. Tenemos también un elemento eremítico y mariano cogido de nuestro “viejo tronco”: la soledad y retiro en nuestra celda el mayor tiempo posible como lugar de “meditar día y noche la ley del Señor” como dice nuestra Regla; por eso, si es posible, realizamos también nuestro trabajo en ella, digo si es posible, porque depende del trabajo que se tiene y no siempre se puede elegir. Y María es nuestra “Madre y hermana”.

El carisma vivido así, se refleja en la distribución del horario durante el día: oración, trabajo, vida de fraternidad y formación. La oración litúrgica distribuida a lo largo de la jornada; oración personal dos horas al día, recreos al mediodía y a la noche (el resto del día solemos estar en silencio en lo que se puede), el trabajo por las mañanas, y formación y estudio por las tardes, para alimentar la vida espiritual. También tenemos reuniones formativas y reuniones para tratar juntas las necesidades y problemas comunitarios. Nuestra vida en su sencillez y entrega apunta a lo profundo, a lo interior.

En la Diócesis de Zamora estamos dos comunidades, una en la capital, fundada en 1953, en la que actualmente están 10 hermanas, y otra en Toro, comunidad más antigua fundada en 1619 y en la que estamos 20 hermanas. Tratando todas de seguir ese consejo de la Santa que dice: “ahora comenzamos y procuren ir comenzando siempre de bien en mejor”. HERMANA Mª JOSÉ DE JESÚS

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