inicio.Actualidad.Noticias.Un Corpus que dejó pequeña la Catedral
Un Corpus que dejó pequeña la Catedral
Volver
Un Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la Catedral

11/06/2023

Compartir

Un Corpus que dejó pequeña la Catedral

Zamora, 11 de junio de 2023. Los niños que han celebrado durante este año su primera comunión, sus familiares y amigos, miembros de las cofradías, asociaciones, movimientos y fieles del pueblo de Dios han abarrotado la Catedral en una jornada en la que la centralidad de la eucaristía convocó a todos a reconocer en el pan y el vino al mismo Dios encarnado en su Hijo.

El obispo de Zamora ha presidido en esta mañana de domingo la solemnidad del Corpus Christi en una catedral que presentó un lleno absoluto de fieles que abarrotaban todas las naves del templo. En su homilia, Valera reivindicó que la eucaristía es sobre todo signo de amor y que “el pobre es el mismo Jesus bajo las apariencias de su cuerpo maltrecho”. Por eso la opción creyente es, desde la eucaristía, servir a los pobres, “besar las heridas de las personas”. Quienes se acercan a la eucaristía están llamados a ir por todo el mundo y “proclamar que el Reino está cerca”. Fernando Valera animó a todos a “acompañar a los que más necesidad tienen” y a que los niños que hoy acompañan a Jesús por las calles sean signo de ese amor por los demás. Subrayó Monseñor Valera que “el señor no cesa de suscitar gestos de caridad en su pueblo que camina. Vosotros no dejaréis que se os robe la esperanza si permanecéis en Jesús”. Añadiendo unas palabras del papa Francisco, afirmó “si adoráis a Cristo y camináis con el vuestra iglesia crecerá en la fe”. En los momentos difíciles de manera especial hay que acercarse a la eucaristía para dejarnos acompañar por quien se ha acercado a nosotros en la ternura de su amor.

Posteriormente, la procesión recorrió las calles alfombradas por el romero desde la Plaza de la Catedral hasta la Plaza Mayor. Gigantes, la banda de música de Zamora, grupos folclóricos, niños vestidos con sus trajes de primera comunión, familiares y multitud de zamoranos aprovecharon el buen tiempo para acompañar a Jesús sacramentado en su recorrido por el casco histórico de la ciudad. A lo largo del itinerario fueron varios los altares adornados con imágenes y flores para significar la belleza de la eucaristía, destacando el que se dispuso en el Convento del Corpus Christi, más conocido como el Convento del Tránsito, con cinco recién nacidos que esperaron pacientemente a la procesión.

La Plaza Mayor estaba presidida en un altar por la Virgen de la Concha, una costumbre secular que nace de un privilegio que se conserva en una tabla del obispado del siglo XVI en la que reza que esta figuraría delante de la custodia. Allí fue donde el obispo hizo la última oración delante de los centenares de fieles que participaron en la procesión.

La solemnidad del Corpus Christi se inició el viernes con una catequesis introductoria para todos los niños que han participado en la solemnidad del Corpus el domingo. Continuaron los actos el sábado por la tarde cuando se rezaron las vísperas con la presencia de la Virgen de la Concha, patrona de la ciudad de Zamora, que había llegado en porocesion junto a La Tarasca, alegoría de la historia del bien sobre el mal. 

Un Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la CatedralUn Corpus que dejó pequeña la Catedral

Otras noticias relacionadas

Finaliza el encuentro mundial de párrocos en Roma
Finaliza el encuentro mundial de párrocos en Roma
El sacerdote diocesano, Teo Nieto, ha participado en el encuentro mundial de párrocos que se ha celebrado en Roma del 28 de abril al 2 de mayo. Un acontecimiento que se enmarca en el sínodo sobre la Sinodalidad que ha convocado el papa Francisco y que la Iglesia Universal está viviendo con intensidad estos años. La participación del zamorano en este encuentro en Roma es muy significativo para la iglesia de Zamora puesto que el presbítero ha sido elegido por ser representante de una porción de la Iglesia que es eminentemente rural, poniendo en valor la idiosincrasia concreta de esta realidad que tan importante es en Zamora. El sacerdote Teo Nieto forma parte del equipo misionero del arciprestazgo de Aliste que atiende 43 pueblos. Una experiencia pastoral que se repite, en diferentes formatos, en la iglesia diocesana de Zamora.  "El buen ambiente de trabajo, la libertad para expresar las ideas, la metodología de trabajo y la aportación de los expertos" son algunos apuntes positivos que hace el párroco de Zamora tras haber participado en el encuentro.    La carta del Papa a los 300 párrocos  Queridos hermanos párrocos: El encuentro internacional Los párrocos por el Sínodo y el diálogo con quienes han participado en él son la ocasión para recordar en mi oración a todos los párrocos del mundo, a los que dirijo estas palabras con gran afecto.  La Iglesia no podría ir adelante sin vuestro compromiso y servicio; es tan obvio que decirlo suena casi banal, pero esto no lo hace menos verdadero. Por eso quiero ante todo expresar mi gratitud y estima por el generoso trabajo que ustedes hacen cada día, sembrando el Evangelio en todo tipo de terreno (cf. Mc 4,1-25). Como están experimentando en estos días de intercambio, las parroquias en las que ustedes desarrollan su ministerio se encuentran en contextos muy diferentes; desde aquellas situadas en las periferias de las grandes ciudades —las conocí directamente en Buenos Aires— a aquellas vastas como provincias en las regiones menos densamente pobladas; desde aquellas que están en los centros urbanos de muchos países europeos, en las que antiguas basílicas acogen comunidades cada vez más pequeñas y más envejecidas, hasta aquellas donde se celebra bajo un gran árbol y el canto de los pájaros se mezcla con la voz de tantos niños. Los párrocos conocen todo esto muy bien, conocen la vida del Pueblo de Dios desde dentro, sus fatigas y sus alegrías, sus necesidades y sus riquezas. Por eso una Iglesia sinodal necesita a sus párrocos; sin ellos nunca podremos aprender a caminar juntos, nunca podremos recorrer ese camino de la sinodalidad que «es el camino que Dios espera de la Iglesia del tercer milenio» [1]. Nunca llegaremos a ser Iglesia sinodal misionera si las comunidades parroquiales no hacen de la participación de todos los bautizados en la única misión de anunciar el Evangelio el rasgo característico de sus vidas. Si las parroquias no son sinodales y misioneras, tampoco lo será la Iglesia. La Relación de Síntesis de la Primera Sesión de la XVI Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos es muy clara al respecto: las parroquias, a partir de sus estructuras y de la organización de su vida, están llamadas a concebirse «principalmente al servicio de la misión que los fieles llevan adelante al interno de la sociedad, en la vida familiar y laboral sin concentrarse exclusivamente en las actividades que desarrollan hacia dentro y sobre sus necesidades organizativas»(8, l). Por eso es necesario que las comunidades parroquiales sean cada vez más lugares desde los cuales los bautizados parten como discípulos misioneros y adonde regresan, llenos de alegría, para compartir las maravillas obradas por el Señor a través de su testimonio (cf. Lc 10,17). Como pastores, estamos llamados a acompañar en este itinerario a las comunidades que servimos y, al mismo tiempo, a comprometernos con la oración, el discernimiento y el celo apostólico para que nuestro ministerio se adecúe a las exigencias de una Iglesia sinodal misionera. Este desafío concierne al Papa, a los obispos y a la Curia romana, y también a ustedes párrocos. Aquel que nos ha llamado y consagrado nos invita hoy a ponernos a la escucha de su Espíritu y a movernos en la dirección que Él nos indica. De algo podemos estar seguros: no dejará que nos falte su gracia. A lo largo del camino descubriremos también el modo para liberar nuestro servicio de aquellos aspectos que lo hacen más penoso y redescubrir su núcleo más auténtico: anunciar la Palabra y reunir a la comunidad partiendo el pan. Como párrocos los exhorto a acoger esta llamada del Señor, a ser constructores de una Iglesia sinodal misionera y a comprometerse con entusiasmo en este camino. Para ese fin, deseo formular tres recomendaciones que puedan inspirar el estilo de vida y de acción de los pastores. 1. Los invito a vivir su carisma ministerial específico cada vez más al servicio de los multiformes dones diseminados por el Espíritu en el Pueblo de Dios. Urge descubrir, animar y valorar «con el sentido de la fe los multiformes carismas de los seglares, tanto los humildes como los más elevados» (Conc. Ecum. Vat. II, Decr. Presbyterorum Ordinis, 9) y que son indispensables para poder evangelizar las realidades humanas. Estoy convencido de que así harán surgir muchos tesoros escondidos y se encontrarán menos solos en la gran tarea de evangelizar, experimentando la alegría de una genuina paternidad que no sobresale, sino que hace emerger en los otros, hombres y mujeres, muchas potencialidades valiosas. 2. Con todo el corazón les aconsejo que aprendan y practiquen el arte del discernimiento comunitario, valiéndose para esto del método de la «conversación en el Espíritu», que nos ha ayudado tanto en el itinerario sinodal y en el desarrollo de la misma Asamblea. Estoy seguro de que podrán recoger numerosos frutos de ello, no solo en las estructuras de comunión, como el Consejo pastoral parroquial, sino también en muchos otros campos. Como recuerda la Relación de Síntesis, el discernimiento es un elemento clave de la acción pastoral de una Iglesia sinodal: «Es importante que la práctica del discernimiento se aplique también en el ámbito pastoral, en un modo adecuado a los contextos, para iluminar lo concreto de la vida eclesial. Esta práctica permitirá conocer mejor los carismas presentes en la comunidad, confiar con sabiduría tareas y ministerios, proteger a la luz del espíritu los caminos pastorales, yendo más allá de la simple programación de actividades» (2, l). 3. Por último, quisiera aconsejarles que basen todo en el intercambio y la fraternidad entre ustedes y con sus obispos. Esta instancia surgió con fuerza en el Congreso internacional para la formación permanente de los sacerdotes, con el tema «Reaviva el don de Dios que hay en ti» (2 Tm 1,6), realizado el pasado mes de febrero aquí en Roma, con más de ochocientos obispos, sacerdotes, consagrados y laicos, hombres y mujeres, comprometidos en este campo, y en representación de ochenta países. No podemos ser auténticos padres si no somos ante todo hijos y hermanos. Y no seremos capaces de suscitar comunión y participación en las comunidades que nos son confiadas si no las vivimos en primer lugar entre nosotros. Sé bien que, en la sucesión de las responsabilidades pastorales, ese compromiso podría parecer un añadido o incluso tiempo perdido, pero en realidad es lo contrario; en efecto, solo así somos creíbles y nuestra acción no desbarata lo que otros ya han construido. No es solo la Iglesia sinodal misionera la que necesita a los párrocos, sino también el camino específico del Sínodo 2021-2024, Por una Iglesia sinodal: comunión, participación y misión, en vista de la Segunda Sesión de la XVI Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos, que se llevará a cabo el próximo mes de octubre. Para prepararla necesitamos escuchar sus voces. Por eso, invito a todos los que han participado en el Encuentro internacional Los párrocos por el Sínodo a que, cuando regresen a casa, sean misioneros de sinodalidad también con sus hermanos párrocos, animando la reflexión sobre la renovación del ministerio del párroco en clave sinodal y misionera, y al mismo tiempo permitiendo a la Secretaría General del Sínodo que reúna sus insustituibles aportes para la redacción del Instrumentum laboris. Escuchar a los párrocos era el objetivo de este Encuentro internacional, pero eso no puede terminar hoy; necesitamos seguir escuchándolos. Queridos hermanos, estoy junto a ustedes en este camino que también yo intento recorrer. Los bendigo a todos de corazón y a su vez necesito sentir la cercanía y el apoyo de sus oraciones. Encomendémonos a la Bienaventurada Virgen María Odighitria, aquella que indica el sendero, aquella que nos conduce al Camino, a la Verdad y a la Vida. Roma, San Juan de Letrán, 2 de mayo de 2024
03/05/2024más info
El obispo firma dos nuevos nombramientos
El obispo firma dos nuevos nombramientos
El obispo de Zamora, Fernando Valera, firmó en el mes de abril dos nuevos nombramientos diocesanos:   - Héctor Galán: capellán de la Hermandad de Luz y Vida. - Bernardo Medina: confesor de la comunidad de vida contemplativa de dominicas del convento Sancti Spiritus de Toro.
03/05/2024más info
La virgen Milagrosa peregrina hasta la catedral
La virgen Milagrosa peregrina hasta la catedral
La comunidad educativa del colegio Medalla Milagrosa de Zamora organiza una peregrinación con la imagen de la virgen Milagrosa hasta la S.I Catedral de Zamora donde el obispo, Fernando Valera, les ha recibido y, a continuación, ha presidido la eucaristía. Un nutrido grupo de alumnos de ESO y Bachillerato del colegio de las Hijas de la Caridad han participado en esta pequeña procesión organizada por el colegio, coincidiendo con el inicio del mes de mayo, el mes de la virgen María. Junto a los alumnos han estado los profesores, las religiosas de las Hijas de la Caridad que gestionan el centro educativo y el capellán del colegio, Millán Núñez. 
03/05/2024más info
Sayago, primera parada de don Fernando en su visita pastoral
Sayago, primera parada de don Fernando en su visita pastoral
El obispo de Zamora, Fernando Valera, iniciará en el arciprestazgo de Sayago su visita pastoral que comenzará el 11 de mayo con un encuentro y celebración de la eucaristía en la ermita de la virgen de Gracia a partir de las 19.00 horas. Un día de fiesta al que están convocatodos todos los fieles sayagueses que deseen compartir la jornada con el pastor de la iglesia en Zamora. Éste será el pistoletazo de salida para una visita pastoral que le llevará a pisar todos los pueblos de Sayago y del resto de la diócesis de Zamora. Don Fernando pide a la comunidad cristiana que le acompañe en este tiempo con la oración personal y comunitaria: "Como el Buen Pastor que cuida de cada una de sus ovejas, me pongo a vuestra disposición en esta misión. Os pido oración personal y comunitaria a toda la Diócesis por el buen desempeño y ejercicio de la comunión. Que el Espíritu Santo, Señor y Dador de Vida, nos ilumine y ayude a responder a su voluntad".   ¿Qué es una visita pastoral? Según el Directorio para el Ministerio pastoral de los Obispos, “la visita pastoral es uno de los modos, ciertamente singular, por el que el Obispo cultiva el encuentro personal con el clero y demás fieles del pueblo de Dios, para que los conozca y dirija, los exhorte a una vida de fe y de práctica cristiana, así como para que vea de cerca y valore en su real eficacia las estructuras e instrumentos destinados a su servicio pastoral” (n. 166). El objetivo principal de la visita pastoral es “el encuentro del Obispo con las personas, es decir, con el clero, los religiosos y los laicos: todos los actos de la visita deben orientarse hacia este fin” (nº 168). Se le indica al obispo que trate de encontrarse con los niños en la catequesis y con los jóvenes, con los enfermos, con los miembros de asociaciones de apostolado, con el Consejo Pastoral de la parroquia y con los grupos parroquiales de Cáritas, etc. La Iglesia pide a los obispos que hagan la visita pastoral a todas las comunidades cristianas y a las instituciones católicas. Así lo prescribe el Código de Derecho Canónico: “El Obispo tiene la obligación de visitar la diócesis cada año total o parcialmente, de modo que al menos cada cinco años visite la diócesis entera, personalmente o, si se encuentra legítimamente impedido, por medio del Vicario general o de otro presbítero. El obispo puede elegir a los clérigos que desee para que le acompañen y ayuden en la visita” (CIC 396). Misa estacional El momento cumbre de la visita pastoral es la Misa Estacional, es decir, la celebración de la eucaristía con el pueblo, presidida por el obispo, junto con los sacerdotes, religiosos y fieles de la parroquia. En esta eucaristía nos encontramos como hermanos, profesamos la fe católica, celebramos los misterios de nuestra salvación, recibimos los dones del Espíritu Santo y renovamos nuestra vida comunitaria y social. Al acabar, rezaremos juntos una oración por los difuntos de la parroquia.
02/05/2024más info
La diócesis y la Diputación firman un convenio para la rehabilitación del Archivo
La diócesis y la Diputación firman un convenio para la rehabilitación del Archivo
La diócesis de Zamora ha iniciado un gran proyecto de rehabilitación y mejora de las instalaciones del Archivo Histórico Diocesano que se encuentran en el Palacio Episcopal. El Obispado de Zamora y la Diputación Provincial han firmado un convenio por el que la institución provincial colaborará con 150.000 euros en la reposición de las cubiertas, siendo esta la primera fase de las obras que se ejecutarán en los próximos años. El obispo de Zamora, Fernando Valera, ha explicado que el Archivo Diocesano “es un gran tesoro de esta iglesia y de Zamora, como lugar que acoge todos los archivos de la provincia” puesto que se albergan libros de las 350 parroquias de Zamora. Monseñor Valera también ha destacado que es un espacio para la investigación al que el año pasado acudieron 5.000 personas, convirtiendo al Archivo Diocesano en el más visitado de la provincia. Esta “vocación” provincial ha sido entendida y valorada por la Diputación, tal y como ha reconocido el presidente, Javier Faúndez: “No podemos permitirnos que estén cayendo goteras sobre este tesoro cultural”. De tal manera que en los próximos presupuestos de la Diputación se incluirá una partida de 150.000 euros para la recuperación de las cubiertas, aunque en un futuro se trabajará en la digitalización del archivo y la ampliación de los espacios. Precisamente, el delegado de Patrimonio y director del Archivo Histórico Diocesano, Miguel Ángel Hernández, ha dicho que el centro está ahora mismo “saturado”, puesto que en el Archivo hay documentos de las parroquias rurales. Se da cobijo a documentación de toda la provincia y ese legado ha de estar “bien protegido”. El director del Archivo ha recordado que éste se convirtió en “un referente en los archivos eclesiásticos” porque fue de los primeros que puso al servicio de la sociedad sus fondos documentales. Por tanto, ahora hay que seguir dando pasos para preservar el fondo documental que no solo cumple una labor eclesiástica, sino que también los investigadores recurren a él para hacer estudios sociológicos y demográficos desde la Antigüedad hasta nuestros días. En este aspecto, el técnico del Archivo, José Carlos de Lera, ha explicado que en estas instalaciones se encuentra el documento parroquial más antiguo de España, fechado de 1211 “sobre la consagración de la iglesia del Espíritu Santo de Zamora”. Miguel Ángel Hernández también ha destacado la función social que en los últimos tiempos realizada el Archivo Diocesano: “la gente que busca su nacionalidad española por ser descendientes de aquí, lo hacen buscando en estos fondos”, una respuesta que da la iglesia de Zamora, pero que deberían realizar las instituciones civiles. Una vez que finalice la recuperación de las cubiertas, se continuará con la adecuación y ampliación de los espacios.
30/04/2024más info
El Centro Teológico San Ildefonso concluye sus II Jornadas de reflexión
El Centro Teológico San Ildefonso concluye sus II Jornadas de reflexión
El Centro Teológico San Ildefonso ha celebrado sus II Jornadas de reflexión con un plantel de profesores de excepción. En esta ocasión el tema central ha sido la irrupción de la tecnología en nuestras vidas y cómo esta se ha convertido en el humus que marca la vida humana. Desde el trabajo, pasando por las gestiones cotidianas, hasta las relaciones personales, ya no se puede entender al ser humano y la vida social sin medios tecnológicos. Prestan una importante ayuda, pero también están cambiando la forma de entenderse y de vivir. En estas jornadas se ha reflexionado sobre la comprensión del ser humano y la vivencia de la fe en este contexto tecnológico. Las ponencias y los ponentes han sido: Los desafíos de la inteligencia artificial (Ana María Fermoso, Universidad Pontificia de Salamanca) Ser humanos ante las nuevas tecnologías (Luca Valera, Universidad de Valladolid) ¿Qué significa poder ser uno mismo? Sociedad digital y antropología de la fe (Juan Manuel Cabiedas, Universidad Pontificia de México) Cuidar la espiritualidad en un mundo tecnológico (Marta Medina, Universidad Pontificia Comillas) Las cuatro intervenciones se ofrecerán íntegramente en el perfil de youtube de la diócesis de Zamora.  
28/04/2024más info
LA JUNTA  AUTORIZA  LA RESTAURACIÓN DE VARIAS OBRAS DEL OBISPADO DE ZAMORA
LA JUNTA AUTORIZA LA RESTAURACIÓN DE VARIAS OBRAS DEL OBISPADO DE ZAMORA
En los próximos días se firmará el convenio de bienes muebles entre la Diputación de Zamora y el Obispado de Zamora. El montante total de dicho convenio se sitúa en torno a los 200.000 €. La financiación de la restauración de las obras propuestas correrá a cargo de la Diputación por una parte y de las parroquias respectivas por otra, en una proporción del 50% aproximadamente. Este convenio responde a la voluntad de ambas instituciones de conservar el patrimonio histórico de la provincia de Zamora perteneciente a la Diócesis de Zamora. Durante 2024, está prevista la restauración de más de una veintena de piezas, de distintas características y procedencias, aunque predominan las que proceden del ámbito rural. Este convenio supone también la autorización de la Junta de Castilla y León para las intervenciones propuestas. En concreto, se ha dado luz verde ya a la restauración de los retablos de las iglesias parroquiales de Cubillos, de San Miguel de la Ribera, de Tapioles, y Trabazos, así como de tres lienzos del siglo XVII de la iglesia de San Vicente en Zamora. La restauración y limpieza del retablo de la Asunción de la iglesia parroquial del mismo nombre de la localidad de Cubillos viene a culminar el proceso de remodelación que esta iglesia ha sufrido en los últimos meses. Se trata de un retablo barroco del siglo XVIII y el coste total de la obra asciende a cerca de 30.000 €. Cabe destacar que, en este caso, es una familia del pueblo la que donará la parte proporcional que correspondería aportar a la parroquia. También barroco y también del s. XVIII es el retablo mayor de la iglesia parroquial de San Miguel de la Ribera. En este caso, el importe total de la restauración sobrepasa los 25.000 €. En el caso de la iglesia de Nuestra Señora de los Rayos de Tapioles, la Junta ha autorizado la restauración del retablo mayor, dedicado al apóstol San Bartolomé. Se trata de un sencillo pero importante retablo renacentista del s. XVI.  Aunque se desconocen sus autores, se atribuye a los maestros del retablo de la catedral de Astorga. La restauración, consolidación y limpieza de este retablo asciende a más de 35.000 € Por último, será restaurado también el retablo de San Pelayo de la iglesia parroquial de igual nombre, sita en Trabazos de Aliste. Se trata de nuevo de un retablo barroco de la segunda mitad del siglo XVIII que necesita limpieza y restauración, intervención que supondrá un total de casi 11.000 €. Junto a estos cuatro retablos, serán intervenidos también tres lienzos de la iglesia parroquial de San Vicente Mártir de Zamora. Todos ellos son de pintura de caballete y datan de principios del s. XVII. Muestran diversas escenas de la vida de la Virgen. El total de la intervención sobre pasa los 12.000€
26/04/2024más info
El arzobispo nigeriano, Valerian Maduka Okeke, visita Zamora
El arzobispo nigeriano, Valerian Maduka Okeke, visita Zamora
El obispo de Zamora, Fernando Valera, ha recibido al arzobispo nigeriano, Valerian Maduka Okeken, en la visita que ha realizado a la ciudad y conocer, también, el trabajo que realiza la diócesis de Zamora en el acompañamiento a los sacerdotes: Gerald, Quizito y Charles. Los tres presbíteros, nacidos en Nigeria, se encuentran en la diócesis desde hace varios meses realizando tareas pastorales -en distintos ámbitos de la iglesia zamorana- además de completar sus estudios y aprender el idioma. La visita de este arzobispo africano es un signo más del hermanamiento y comunión entre nuestra iglesia y la archidiocesis de Onitsha (Nigeria). Por otra parte, don Fernando se ha desplazado en la jornada de hoy hasta León para compartir el día con las monjas clarisas de León, comunidad monástica a la que se incorporaron las clarisas del convento de las Marinas de Zamora recientemente.
25/04/2024más info
Subir
Lo sentimos, no hemos encontrado ningún resultado para su criterio de búsqueda.